Me metió en una caja pequeña y me dio unas hojas
para comer. Intenté salir pero no podía yo pensaba, me va
a matar, no sabía qué hacer me esperé una hora pero… aún
no estaba muerta. Y vi por la ventana a mi amiga la mosca,
no era muy lista pero conseguí salir de la caja y le dije
que necesitaba ayuda y la mosca fue a pedir ayuda y dije
—Por fin voy a salir de aquí ¡esto es un infierno!-
Y eso que viene la niña y me vuelve a meter en la caja.
Y dice la niña —No saltes de la caja, te puedes hacer daño-
Y pensé -Qué raro, yo creía que me quería matar…- Me quedé
pensando… Y me dije -si no me va a matar me quedaré en la caja
hasta el lunes. Y después ya me escaparé. Y en eso que vino mi
amiga la mosca con su familia. Y empezaron a dar golpes
en el cristal. Y vino la niña y abrió la puerta y una mosca se
coló en la casa y la ayudó a escaparse y se fueron. La niña se
quedó triste ya me había puesto nombre «Minnie».
Me fui a mi casa enseguida y le conté lo que había pasado, pero
me dijeron —Bueno al menos no está muerta. Venga acuéstate
a dormir que mañana hay cole.–
A la mañana siguiente en el colegio estaba preocupada, porque pensaba
que estaría triste la niña. En el patio la vio sentada
en un banco. Fui a verla y dijo ¡¿Minnie dónde estabas?!
Como sé escribir le dije por una carta -No me puedo quedar contigo-
y la niña dijo -¿Por qué? -y le volví a escribir -Porque
tengo que estar con mi familia. Pero nos podemos ver en el