nombre. El profesor le dijo que entrara en la clase y ella,
tímida, entró.
Al entrar sintió un poco de vergüenza un montón de especies
de insectos estaban sentados en una especie de mesas muy
pequeñas, con unas sillas también pequeñas. Se dio cuenta de
que no escribían en libretas, ni utilizaban los libros… sino que
las mesas eran pizarras diminutas, escribían con lápices de
colores. El profesor también escribía en una pizarra, pero esta
vez más grande. Al sonar la música para el recreo, Mary
salió con sus compañeros de clase, pero al salir al patio,
estaba sola, no tenía a nadie para jugar. De pronto fue una
hormiga a ver qué le pasaba.
—¡Hola soy Mariposa! ¿por qué estás sola? ¿Es que no tienes amigas
para jugar? —le dijo.
—Yo soy Mary, no tengo amigas, no conozco a nadie.
Mariposa le preguntó qué juegos solían hacer y Mariposa le
dijo: al insecto en alto, al insecto inglés...
A Mary le hacía mucha gracia todos aquellos nombres. Ya
era hora de irse a casa, Mary ya se había hecho una mejor
amiga, Mariposa, se le veía muy contenta.
De pronto Mary se despertó de un salto, ¡estaba en su habitación!
Se miró las manos, los pies y fue corriendo al aseo, todo era de
su tamaño y tenía la misma cara de siempre, ya se sentía
normal. Mary se alegraba de que solo fuera un sueño extraño.
Cuando fue al colegio le contó a sus amigos el sueño que