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Un día me desperté siendo un insecto ¿Cuál?
Una asquerosa mosca, justamente el insecto que
menos me gusta porque son puñeteras, molestas
y se meten en la nariz cuando menos te 
lo esperas. Me levanté el 18 de junio en mi
cama que parecía el desierto del Sáhara
y leí un papel que ponía: Yo soy
Melchor yo Gaspar y yo Gibraltar y

la tostadora, le pregunté
—¿Qué haces?
—Intentar suicidarme.
—Pues lo primero es encender la tostadora
—¿De dónde?
—Del botón verde
—Vale gracias
Y me fui pero pensé que debía ayudar 
a la araña y me fui donde estaba la
araña, le apagué la tostadora y salió
tan enfadada que sus 8 ojos me miraban
fijamente y con una cara de sádica se
me tiró encima y me pegó un golpe
en la cabeza. Me desperté en una tela
de araña y la araña me dijo
—Serás mi última cena.
Ahí me arrepentí de todos mis errores
i canté
—Perdóname por todos mis errores por 
mis mil contradicciones…
Y en ese momento me desperté siendo
yo.