¡Soy una mariquita!
Me desperté con una sensación ligeramente
“pequeña”. Miré a mi alrededor, lo veía todo como…
como… ¡como si fuera un insecto!. Cuando dije
eso pensé: Estoy más loco que una cabra, ¿cómo
voy a ser un insecto?
¡Soy una mariquita!
Me desperté con una sensación ligeramente
“pequeña”. Miré a mi alrededor, lo veía todo como…
como… ¡como si fuera un insecto!. Cuando dije
eso pensé: Estoy más loco que una cabra, ¿cómo
voy a ser un insecto?
Lo veía todo tan enorme que parecía que
llevara las gafas de mi padre. Fui al baño
me miré en el espejo y vi que era… era…
¡UNA MARIQUITA! No sabía qué
hacer, miré a mi alrededor y vi una ventana
para poder salir sin que nadie me viera. De
repente vi a mi madre en el jardín con
un insecticida matando a todos los bichos
que se le ponían delante. Pensé: Yo, por aquí
no paso. Me di media vuelta y me metí otra
vez en el baño. No sabía qué hacer, entonces
empecé a escuchar pasos y a alguien tarareando
la canción “Happy” y dije: esa es mi
hermana seguro. Abrió la puerta y fue el
momento exacto para escapar. Salí del baño
y pasé por la cocina, el salón y llegué a la
puerta, salí al jardín y me puse encima
de las setas que había plantado mi madre.
De repente sale una mariquita y me dice:
—¡Oye! Bájate del techo que nos estás
interrumpiendo la clase-
Yo le contesté:
—Vale, vale, pero necesito su ayuda-
Me interrumpe: