una pesadilla, o tal vez podría ser el deseo que el otro día
pidió Alexander a una estrella fugaz, mientras bromeábamos. Cuando
fui al salón de mi casa, encontré a mi madre y, cómo no, también,
era una mosca, en ese mismo instante, me desmayé. Al despertar
todavía no me lo creía, me levanté y me dijo mi madre que me
iba a preparar el desayuno, que, a saber qué era. En cuanto lo
vi, me fui corriendo a la puerta, ¡era basura!. Sin desayunar, pensé
en salir a jugar a la calle, pero mi madre me cogió de las alas
y creo que es porque no tenía orejas, y me dijo:
¡A dónde vassh, tienes que ir al colegio!
Pensaba que las moscas no tenían colegio, pero me equivocaba,
tenía un colegio en la copa del árbol y, después de una hora escalando
o mejor dicho trepando el árbol, llegué al colegio, y todavía
faltaban diez minutos para que empiece la clase, y de repente, llegó
una especie de autobús con forma de nuez . Cuando por fin empezó
la primera clase, entré, y era una escuela de vuelo, y me
era útil ya que no sabía volar, después de la clase aprendí a
volar de mil formas distintas. Después tocaba patio, en él, las moscas
almorzaban, echaban carreras e incluso jugaban al pillapilla.
Al rato se terminó el patio y tenía curiosidad por saber qué
pasaría en la segunda clase.
Cuando llegué a la segunda clase, descubrí que se llamaba “MAH”,
Documento:
12,14-15io30
etiqueta:
Aspectos Psicosociales - Ámbito temático - amigos y compañeros