Un día cuando yo era un humano
iba con mis amigos. Nos encontramos
a un fantasmón que se burlaba un poco
de todo pasamos por su lado y nos
dijo que si no le dábamos dinero
nos echaría una maldición.
Y nosotros riéndonos porque dijo:
“Como me llamo Pepita Federica Meñín
os voy a echar una maldición.
Al día siguiente me levanté como un caracol
—Qué asco!
—Maldito Pepito.
Fueron los días más horribles de mi
vida, y me fui de mi casa hasta
llegar a una granja, me encontré
a la Pepa fresa porque cogía fresas
y dejaba a las freseras sin fresas,
a la vaca Paca muy buena pero
como era rubia era un poco tonta,
bueno, eso me han dicho.
Me fui todo un día para llegar a
mi casa pero solo llegué al supermercado
de mi tía Filadelfia.
Y allí me encontré a Pepito
Federico Meñín y le intenté decir
que me hiciera otra vez una niña,
pero no me oyó, así que me subí
a su hombro y me vio y me dijo
te lo dije.
Y me desperté al lado de mis
amigos y por fin éramos humanos!
Y nos contamos qué éramos cada uno
de insectos y las historias que nos
“Como me llamo Pepita Federica Meñín
os voy a echar una maldición.
os voy a echar una maldición.
Al día siguiente me levanté como un caracol
—Qué asco!
—Maldito Pepito.
Fueron los días más horribles de mi
vida, y me fui de mi casa hasta
llegar a una granja, me encontré
a la Pepa fresa porque cogía fresas
y dejaba a las freseras sin fresas,
a la vaca Paca muy buena pero
como era rubia era un poco tonta,
bueno, eso me han dicho.
Me fui todo un día para llegar a
mi casa pero solo llegué al supermercado
de mi tía Filadelfia.
Y allí me encontré a Pepito
Federico Meñín y le intenté decir
que me hiciera otra vez una niña,
pero no me oyó, así que me subí
a su hombro y me vio y me dijo
te lo dije.
Y me desperté al lado de mis
amigos y por fin éramos humanos!
Y nos contamos qué éramos cada uno
de insectos y las historias que nos
os voy a echar una maldición.
Al día siguiente me levanté como un caracol
—Qué asco!
—Maldito Pepito.
Fueron los días más horribles de mi
vida, y me fui de mi casa hasta
llegar a una granja, me encontré
a la Pepa fresa porque cogía fresas
y dejaba a las freseras sin fresas,
a la vaca Paca muy buena pero
como era rubia era un poco tonta,
bueno, eso me han dicho.
Me fui todo un día para llegar a
mi casa pero solo llegué al supermercado
de mi tía Filadelfia.
Y allí me encontré a Pepito
Federico Meñín y le intenté decir
que me hiciera otra vez una niña,
pero no me oyó, así que me subí
a su hombro y me vio y me dijo
te lo dije.
Y me desperté al lado de mis
amigos y por fin éramos humanos!
Y nos contamos qué éramos cada uno
de insectos y las historias que nos
os voy a echar una maldición.
Al día siguiente me levanté como un caracol
—Qué asco!
—Maldito Pepito.
Fueron los días más horribles de mi
vida, y me fui de mi casa hasta
llegar a una granja, me encontré
a la Pepa fresa porque cogía fresas
y dejaba a las freseras sin fresas,
a la vaca Paca muy buena pero
como era rubia era un poco tonta,
bueno, eso me han dicho.
Me fui todo un día para llegar a
mi casa pero solo llegué al supermercado
de mi tía Filadelfia.
Y allí me encontré a Pepito
Federico Meñín y le intenté decir
que me hiciera otra vez una niña,
pero no me oyó, así que me subí
a su hombro y me vio y me dijo
te lo dije.
Y me desperté al lado de mis
amigos y por fin éramos humanos!
Y nos contamos qué éramos cada uno
de insectos y las historias que nos
os voy a echar una maldición.
Al día siguiente me levanté como un caracol
—Qué asco!
—Maldito Pepito.
Fueron los días más horribles de mi
vida, y me fui de mi casa hasta
llegar a una granja, me encontré
a la Pepa fresa porque cogía fresas
y dejaba a las freseras sin fresas,
a la vaca Paca muy buena pero
como era rubia era un poco tonta,
bueno, eso me han dicho.
Me fui todo un día para llegar a
mi casa pero solo llegué al supermercado
de mi tía Filadelfia.
Y allí me encontré a Pepito
Federico Meñín y le intenté decir
que me hiciera otra vez una niña,
pero no me oyó, así que me subí
a su hombro y me vio y me dijo
te lo dije.
Y me desperté al lado de mis
amigos y por fin éramos humanos!
Y nos contamos qué éramos cada uno
de insectos y las historias que nos
os voy a echar una maldición.
Al día siguiente me levanté como un caracol
—Qué asco!
—Maldito Pepito.
Fueron los días más horribles de mi
vida, y me fui de mi casa hasta
llegar a una granja, me encontré
a la Pepa fresa porque cogía fresas
y dejaba a las freseras sin fresas,
a la vaca Paca muy buena pero
como era rubia era un poco tonta,
bueno, eso me han dicho.
Me fui todo un día para llegar a
mi casa pero solo llegué al supermercado
de mi tía Filadelfia.
Y allí me encontré a Pepito
Federico Meñín y le intenté decir
que me hiciera otra vez una niña,
pero no me oyó, así que me subí
a su hombro y me vio y me dijo
te lo dije.
Y me desperté al lado de mis
amigos y por fin éramos humanos!
Y nos contamos qué éramos cada uno
de insectos y las historias que nos