un buen rato me levanté y mi madre
me llamó diciendo:
-¿María, estás despierta? He oído algunos ruidos
-Sí, ahora bajo mamá. Le contesté.
Bajé las escaleras y mi madre me dijo:
-Estabas descansando un poco, ¿verdad? He
subido a dejarte la ropa que había lavado
y te he visto encima de la cama.
-Esta mañana ha sido horrorosa.
-Lo sé, me lo ha contado tu profesor de
matemáticas, y dice que hoy no vayas
al colegio y así puedes relajarte, por
el examen no te preocupes porque te lo
hará otro día y como yo opino lo mismo,
hoy te quedas en casa.
-¡Gracias mamá!
-De nada, lo necesitabas, por cierto, ¿Qué quieres de
comer?
-Me da igual, sea lo que sea tu comida
siempre está buena.
-Gracias cariño, creo que haré spaghetti ya
que, a papa y a ti os gustan mucho.
-Perfecto
Mi madre, Mayte se fue a preparar la comida
mientras que yo veía la tele. Mientras tanto estaba
pensando en todo lo que me había pasado
esta mañana. Cuando ya era de noche, cené
y me fui a la cama.
Al día siguiente, me levanté de la cama,
tan alegre que cuando sonó el despertador
di un salto muy grande que casi me
caigo de boca. Cuando lo di me sentí como
si hubiese volado pensé que hoy iba a
ser mi día y no iba a hacer caso de lo
me dijeran en el colegio e iba a
pasármelo genial. Cuando cogí mi ropa
para vestirme de frente al espejo, como
habitualmente, pegué un grito:
-¡Ahhhh!
Pensé que estaba aún soñando y me
fui corriendo al baño todo parecía
haber aumentado… me lavé la cara y
me miré otra vez al espejo y volví a
gritar.
-¡Ahhh!
-Qué pasa por ahí arriba, María.
-Nada, nada…
-¿Qué? No te oigo.
Mi voz no se oía mucho así que, lo volví
a repetir lo más fuerte que pude, no me lo
pensando en todo lo que me había pasado
esta mañana. Cuando ya era de noche, cené
y me fui a la cama.
Al día siguiente, me levanté de la cama,
tan alegre que cuando sonó el despertador
di un salto muy grande que casi me
caigo de boca. Cuando lo di me sentí como
si hubiese volado pensé que hoy iba a
ser mi día y no iba a hacer caso de lo
me dijeran en el colegio e iba a
pasármelo genial. Cuando cogí mi ropa
para vestirme de frente al espejo, como
habitualmente, pegué un grito:
-¡Ahhhh!
Pensé que estaba aún soñando y me
fui corriendo al baño todo parecía
haber aumentado… me lavé la cara y
me miré otra vez al espejo y volví a
gritar.
-¡Ahhh!
-Qué pasa por ahí arriba, María.
-Nada, nada…
-¿Qué? No te oigo.
Mi voz no se oía mucho así que, lo volví
a repetir lo más fuerte que pude, no me lo
pensando en todo lo que me había pasado
esta mañana. Cuando ya era de noche, cené
y me fui a la cama.
Al día siguiente, me levanté de la cama,
tan alegre que cuando sonó el despertador
di un salto muy grande que casi me
caigo de boca. Cuando lo di me sentí como
si hubiese volado pensé que hoy iba a
ser mi día y no iba a hacer caso de lo
me dijeran en el colegio e iba a
pasármelo genial. Cuando cogí mi ropa
para vestirme de frente al espejo, como
habitualmente, pegué un grito:
-¡Ahhhh!
Pensé que estaba aún soñando y me
fui corriendo al baño todo parecía
haber aumentado… me lavé la cara y
me miré otra vez al espejo y volví a
gritar.
-¡Ahhh!
-Qué pasa por ahí arriba, María.
-Nada, nada…
-¿Qué? No te oigo.
Mi voz no se oía mucho así que, lo volví
a repetir lo más fuerte que pude, no me lo
pensando en todo lo que me había pasado
esta mañana. Cuando ya era de noche, cené
y me fui a la cama.
Al día siguiente, me levanté de la cama,
tan alegre que cuando sonó el despertador
di un salto muy grande que casi me
caigo de boca. Cuando lo di me sentí como
si hubiese volado pensé que hoy iba a
ser mi día y no iba a hacer caso de lo
me dijeran en el colegio e iba a
pasármelo genial. Cuando cogí mi ropa
para vestirme de frente al espejo, como
habitualmente, pegué un grito:
-¡Ahhhh!
Pensé que estaba aún soñando y me
fui corriendo al baño todo parecía
haber aumentado… me lavé la cara y
me miré otra vez al espejo y volví a
gritar.
-¡Ahhh!
-Qué pasa por ahí arriba, María.
-Nada, nada…
-¿Qué? No te oigo.
Mi voz no se oía mucho así que, lo volví
a repetir lo más fuerte que pude, no me lo
podía creer.
-¡Era una mariquita!
Mi madre subió y me asusté mucho
me pegué a su chaqueta como si
fuera un botón y poco a poco me fui
bajando hasta llegar a mi cama ahí
conversé con mi madre y le expliqué
lo que me había pasado.
Saqué la “conclusión”:
-Puede ser que sea porque el otro día
dije que quería ser un animal para no
tener estas peleas… algo mágico
Días después pensé que podía ser
una especie de maga o algo parecido
ya que pedí convertirme en animal
y se ha hecho realidad.
María quiso comprobar si era una
maga de verdad. Pidió ser una vaca
y al día siguiente toda mi habitación
era como la que podría tener una vaca.
No sólo pasaba con ella
sino que pidió:
-¡Qué mi hermana sea un bicho bola!
Así sucesivamente, al día siguiente
era así.
podía creer.
-¡Era una mariquita!
Mi madre subió y me asusté mucho
me pegué a su chaqueta como si
fuera un botón y poco a poco me fui
bajando hasta llegar a mi cama ahí
conversé con mi madre y le expliqué
lo que me había pasado.
Saqué la “conclusión”:
-Puede ser que sea porque el otro día
dije que quería ser un animal para no
tener estas peleas… algo mágico
Días después pensé que podía ser
una especie de maga o algo parecido
ya que pedí convertirme en animal
y se ha hecho realidad.
María quiso comprobar si era una
maga de verdad. Pidió ser una vaca
y al día siguiente toda mi habitación
era como la que podría tener una vaca.
No sólo pasaba con ella
sino que pidió:
-¡Qué mi hermana sea un bicho bola!
Así sucesivamente, al día siguiente
era así.
podía creer.
-¡Era una mariquita!
Mi madre subió y me asusté mucho
me pegué a su chaqueta como si
fuera un botón y poco a poco me fui
bajando hasta llegar a mi cama ahí
conversé con mi madre y le expliqué
lo que me había pasado.
Saqué la “conclusión”:
-Puede ser que sea porque el otro día
dije que quería ser un animal para no
tener estas peleas… algo mágico
Días después pensé que podía ser
una especie de maga o algo parecido
ya que pedí convertirme en animal
y se ha hecho realidad.
María quiso comprobar si era una
maga de verdad. Pidió ser una vaca
y al día siguiente toda mi habitación
era como la que podría tener una vaca.
No sólo pasaba con ella
sino que pidió:
-¡Qué mi hermana sea un bicho bola!
Así sucesivamente, al día siguiente
era así.
podía creer.
-¡Era una mariquita!
Mi madre subió y me asusté mucho
me pegué a su chaqueta como si
fuera un botón y poco a poco me fui
bajando hasta llegar a mi cama ahí
conversé con mi madre y le expliqué
lo que me había pasado.
Saqué la “conclusión”:
-Puede ser que sea porque el otro día
dije que quería ser un animal para no
tener estas peleas… algo mágico
Días después pensé que podía ser
una especie de maga o algo parecido
ya que pedí convertirme en animal
y se ha hecho realidad.
María quiso comprobar si era una
maga de verdad. Pidió ser una vaca
y al día siguiente toda mi habitación
era como la que podría tener una vaca.
No sólo pasaba con ella
sino que pidió:
-¡Qué mi hermana sea un bicho bola!
Así sucesivamente, al día siguiente
era así.