de mis chistes malos, pero creo que eso la
enfureció mucho más. La araña abrió mucho más su
mandíbula para comerme, yo le podía oler su
repulsivo aliento de mosca muerta de lo cerca
que estaba, cuando de repente una especie de
Indiana Jones la
atrapó por detrás haciéndole una llave de
judo obligando que ésta se fuese asustada
hacia su telaraña.
Cuando mi salvador se dio la vuelta para ver si
estaba bien dijo:(símbolo)”. No le entendí muy
bien porque no hablaba nuestro idioma, ya que era
mantis religiosa, y las mantis hablan muy raro,
pero por los gestos que hacía se entendía una cosa
como que le siguiese.
Tras cinco minutos, llegamos a una especie de
rinconcito con hojas, ramas…Tras dos horas comiendo
migas que tenía la mantis. Pero entonces, una
sombra monstruosa se puso sobre mi… ¡Era Lolo! Pero
la mantis parecía tan tranquila que me tranquilicé.
En un abrir y cerrar de ojos, la mantis me había
cogido y montado encima de Lolo y empezamos
a cabalgar encima de él. Como Lolo ya nos había
perdido de vista se alejó, y nos bajamos de él.
Durante unos días todo fueron aventuras a lo
de mis chistes malos, pero creo que eso la
enfureció mucho más. La araña abrió mucho más su
mandíbula para comerme, yo le podía oler su
repulsivo aliento de mosca muerta de lo cerca
que estaba, cuando de repente una especie de
Indiana Jones la
atrapó por detrás haciéndole una llave de
judo obligando que ésta se fuese asustada
hacia su telaraña.
Cuando mi salvador se dio la vuelta para ver si
estaba bien dijo:(símbolo)”. No le entendí muy
bien porque no hablaba nuestro idioma, ya que era
mantis religiosa, y las mantis hablan muy raro,
pero por los gestos que hacía se entendía una cosa
como que le siguiese.
Tras cinco minutos, llegamos a una especie de
rinconcito con hojas, ramas…Tras dos horas comiendo
migas que tenía la mantis. Pero entonces, una
sombra monstruosa se puso sobre mi… ¡Era Lolo! Pero
la mantis parecía tan tranquila que me tranquilicé.
En un abrir y cerrar de ojos, la mantis me había
cogido y montado encima de Lolo y empezamos
a cabalgar encima de él. Como Lolo ya nos había
perdido de vista se alejó, y nos bajamos de él.
Durante unos días todo fueron aventuras a lo
No le entendí muy
bien porque no hablaba nuestro idioma, ya que era
mantis religiosa, y las mantis hablan muy raro,
pero por los gestos que hacía se entendía una cosa
como que le siguiese