No debo hacer cosas de humanos porque sino
levantaré sospechas, aunque no creo que nadie
crea que soy un humano.
Mamá – hijo, no me digas que te estás relacionando
con humanos o cosas por el estilo.
Yo – Qué va mamá, no digas chorradas!
¿Por qué no puedo relacionarme con humanos? Pensé
mamá – Menos mal porque si no te pueden hacer mucho daño.
Después se fue y me quedé solo en la sala.
Tenía hambre así que empecé a buscar comida
rebuscando en los cajones que encontraba.
Encontré un montón de Bichos en lata, hormigas,
antenas de hormigas….
No encontraba nada bueno así que me senté
en una especie de “sofá” hecho de paja, bastante
cómodo. No había televisión (claramente) pero sí
una especie de tablero con piedrecitas encima, me
imagino que es como el ajedrez o algo parecido.
No había ningún tipo de electrodomésticos, sólo
muebles hechos de materiales como: hojas, pajas piedras….
A qué hora empieza el shrock que no me acuerdo. Le pregunté.
A las 7 a. m, como siempre. respondió.
gracias mamá.
De nada cariño. me dijo.
Subí a mi habitación y la verdad me gusta, está fresquita y
con el calor que hacía se está bastante confortable.
Me acosté un rato reflexionando sobre qué había pasado
pero cuando menos me lo esperaba cerré los
ojos y me dormí.
En mi sueño me conseguía a mis amigos, yo seguía
siendo un saltamontes y ellos eran humanos. Me acerqué
poco a poco y cuando menos me lo esperaba…
Un pie me pisó y me mató.
Al instante me desperté, ya era de mañana. Estaba
sudando, no sabía que los insectos podían sudar.
Al cabo de un rato vino mi madre y me dijo que tenía
que ir al cole. Me resultaba raro ir al cole desnudo
pero tengo que acostumbrarme.
Una vez que llego al cole mi madre se despide y me dejó
allí. Mucha gente me saluda, no sé quienes son pero igualmente
les saludo excepto a una pandilla de macarras.
De repente suena un pitido ensordecedor y me asusto pero
no era más que la campana del shrock.
Empiezan las clases y unos tal “Mike y Fash”
me hablan mientras la profesora no se da cuenta.