dos lugares, el sótano y su cuarto.
Elegí primero su cuarto, me daba mucho miedo
y de repente…¡ZAZ! Abro la puerta y
me encuentro a él, montado en su cama
gritando:
-¡Vamos Tiranblanco, corre como el viento!
En ese momento me doy cuenta de que no
fue buena idea ir a su casa, pero cuando
voy a cerrar la puerta grita:
-¡Maximilian, has venido! Te prepararé un zumo.
-No gracias, respondí.
Pero no había manera de irse, así que me llevó
a la cocina y se metió en su sótano.
Me hizo esperar un buen rato, pensé:
-Creo que ahora puedo escapar.
Pero al salir de la cocina, él acababa de
salir de su sótano.
-Maxi, aún no te vayas, me dice.
Así que me hizo probar un zumo amarillento
y que sabía a vomito de caballo.
Al estar de camino a casa me dolía mucho
la barriga, tal vez, demasiado pero
de repente…
Wof Wof Crrr wof, Vino un perro enorme
y con muy mal genio.
-¡Por qué a mí! grité.
El perro me siguió hasta un callejón sin salida,
en ese momento noté algo extraño.
¡No podía, sacar la mano de la pared!
No lo entiendo, no he tocado pegamento. De repente
me acuerdo de la película del hombre araña
y le pasa lo mismo, empiezo a subir edificio a
edificio hasta que llego, no creo que os interese
lo que pasó. Bueno, me acosté en mi cama
muy emocionado pensando que iba a ser
un superhéroe, al despertarme estaba en
una gran llanura azul, estaba caminando
por esa llanura y de repente veo que se acaba.
Estaba delante de mi escritorio y muy grande,
tanto como las torres gemelas. Veo que hay
un espejo y me acerco. ¡No me lo podía creer,
Era una araña, supe que no podía presentarme
así a mi madre, entonces pensé:
-Un lugar en el que viven las arañas, es el solar
de delante. Pensé que podía ir a visitar a mis padres
de vez en cuando y tendría muchos nuevos amigos
ect…