Me desperté y… ¡Tenía el pelo encrespado! ¡parecía
un erizo muerto en el río! Eso no era lo más raro
en mí, lo más raro fue que… ¡me convertí en una
mariposa! Estaba tan nerviosa que empecé a dar
revoloteos por la casa ¡como un hombre borracho
a las dos de la mañana! empecé a chillar el
nombre de mi madre. ¡María Antonieta! ¡Mamá
que soy yo! empecé a decir llorando, lo único que
Me desperté y… ¡Tenía el pelo encrespado! ¡parecía
un erizo muerto en el río! Eso no era lo más raro
en mí, lo más raro fue que… ¡me convertí en una
mariposa! Estaba tan nerviosa que empecé a dar
revoloteos por la casa ¡como un hombre borracho
a las dos de la mañana! empecé a chillar el
nombre de mi madre. ¡María Antonieta! ¡Mamá
que soy yo! empecé a decir llorando, lo único que
conseguí fue que mi madre empezara a chillar
y a llamar a mi padre ¡Bartolo! gritó alarmada
¡Que ha entrado un insecto en casa! ¡Tíralo al
balcón! Solo vi a mi padre pegarme con su
zapato y cerrar la puerta del balcón, Así que
estaba sola en medio de toda la ciudad. De
repente estaba contemplando mi cuidad y… ¡chof!
¡me quedé pegada en un cristal! Cuando abrí los ojos
vi al que conducía chillando y darle al parabrisas. ¡Iba
de un lado hacia otro! Lo malo era que no me
podía levantar. Cuando tuve fuerzas suficientes
para volar (como pude) investigué la ciudad.
De repente vi como otra mariposa un poco más alta
que yo me cogió de la camiseta y me dijo con voz dulce
y amable: ¡Corre Marta, las clases están a punto de
comenzar! Todos hablaron en idioma raro pero di
con una mariposilla que sabía hablar el mismo
idioma que yo.
—Hola ¿de dónde vienes?
Me preguntó ella
—Soy de España, de un pueblo de Alicante
-Ella dijo:
Yo también.
Le pregunté:
—¿Me puedes enseñar algunas cosas sobre el mundo mariposa
a dormir?
su madre contestó:
claro que sí
Entonces nos sirvió su risoto
Gusanito a la parrilla
Tenía una pinta asquerosa pero se suponía que
era una mariposa así que decidí probarlo y…
¡Qué rico! A partir de ahora si vuelvo a ser humana
le diré a mi madre que lo prepare.
Eran las 12:30 de la noche y decidimos irnos a
dormir. Al día siguiente escuché una voz Sara
Margarita de las papas de pan con salchichas
¡Era la voz de mi madre! Porque Mariana y su madre
no sabían mi nombre completo real, Estaba contenta
y mi madre me preguntó ¿qué te pasa? y como todos
los niños que contestan a sus madres
—Nada (SÍMBOLO)